TU HUELLA EN EL PLANETA

Los efectos de permanecer demasiado tiempo entre rejas


Los efectos de permanecer mucho tiempo entre rejas






Los humanos hemos evolucionado por varias razones:
  1. Por la capacidad de adaptación al medio ambiental
  2. Por la capacidad de aprender de nuestros errores o los de los demás
  3. Por la necesidad de experimentar.
Es innata es nuestra especie el imitar ciertos gestos y algunas conductas de los demás.
 Sabiendo esto ¿cómo pretende la sociedad conseguir la rehabilitación de los presos? Si es que realmente es eso lo que se pretende con ese método, yo diría que todo eso es una manera de vengarse por parte de la sociedad de los delitos que han cometido, pues es más fácil encerrar al individuo que no sigue las normas establecidas que rehabilitarlo, ya que cada persona es muy diferente y se debería hacer un seguimiento individual, por lo que se necesitaría muchos profesionales. Demasiado costoso para el Estado.

Allí dentro es donde uno se da cuenta realmente de la necesidad de seguir recibiendo el cariño y el apoyo familiar, pues no todos tienen la suerte de recibirlos. Yo me pregunto ¿es bueno acostumbrarse a vivir muchos años sin ello?

  Pienso que una prolongada ausencia de amor por parte de los demás influirá negativamente en la personalidad. Puesto como he dicho antes, las personas suelen ser muy adaptables y, si nos acostumbramos a vivir prescindiendo del cariño, respeto, comprensión, injusticia y nos privan de nuestras necesidades más básicas ¿Cómo leches pretende la sociedad que salgan de aquí siendo buenas personas?

  Como imitadores que somos, si les suministráis odio, eso será lo que muchos presos os devolverán. Después será la decisión de cada preso actuar o no en consecuencia. Por suerte para los que estamos fuera, la agresividad, el resentimiento y el odio que tenemos acumulado lo podemos dominar, por lo menos es lo que hacemos la mayoría.

 A veces uno reflexiona ¿para qué me ha servido comportarme correctamente toda mi vida si en el momento que me equivoque la sociedad me da la espalda y me quita lo más preciado para mí, la libertad.
   No creo que sea conveniente para nadie perder ciertos valores, como la caridad, el perdón, la buena fe, el respeto, etc.

 Si además, uno se siente despreciado por los que creías que eran tu apoyo, y sientes que les importas un comino ¿qué motivos tienes para sentir amor por ellos?
   Que alguien se atreva a pedirme cosas como: hazte donante, ayuda a los más necesitados, echa un cable a que encuentres en apuros en la carretera, cede el asiento a las personas mayores, socorre a un herido, salva a algún niño que se esté ahogando, etc. ¡Que les den!

 
  Es increíble la empatía que siente la sociedad con los secuestrados, nadie duda de los efectos secundarios que les ocasiona y no quieren ver que a los presos les sucede lo mismo.
  En ningún momento se crean ustedes que los que salen de allí dejaran de delinquir por miedo a volver a estar encerrado, vuelvo a reiterar que los humanos se adaptan a vivir confinados (unos más que otros). La prueba de ello es que cada año se deben construir nuevas cárceles y la cantidad de presos que son reincidentes es notable.

 Por no hablar de los que están esperando a salir para vengarse de los que lo han metido entre rejas. En los casos de aquellas víctimas fallecidas que en su día creyeron que hacían lo correcto para meter a un inocente para quedarse con sus propiedades o por otro motivo, yo les preguntaría ¿mereció la pena morir tan pronto? ¿Acaso pensaban que nunca más saldrá de este pozo?


Es lamentable que todavía exista gente que piense, que con encerrarnos se acaba con el problema, todo lo contrario, se crea otro mayor.


 La prensa  y la TV es la culpable de tener desinformada a la gente, pues las pocas veces que se han atrevido a entrevistarnos, sólo salimos unos escasos segundos, en vez de hacernos una entrevista seria donde podamos explicar la verdadera historia que ocurre aquí dentro, aunque no podemos expresarnos libremente, porque aquí tenemos otra “verdad incomoda” propia. Ya se encarga el director de cada prisión dar instrucciones a los periodistas de qué imágenes o versiones deben borrar de las grabaciones de los internos. ¿Dónde quedó la libertad de expresión?. De hecho, por no tener, no tenemos el derecho de levantarnos de la mesa sin autorización, ni siquiera para pedirle un trozo de pan a la mesa del compañero de al lado.


Es lo mismo que si para olvidarse de algún problema se ingiere el suficiente alcohol, a veces esa decisión errónea se paga caro también.   


Equivocarse es de humanos, y si alguna vez tropiezas, lo normal es que alguien te ayude a levantarte. Lo atípico es aprovechar la ocasión que estás en el suelo para propinarte una patada por esa torpeza y reírte encima de tu caída. Eso es lo que ocurre al meter a las personas en prisión.

Sólo el que haya estado en prisión, o secuestrado (son sinónimos, pues los presos también han sido  privados de su libertad en contra de su libertad) y la hayan pasado con mucha penuria podrá entenderlo.

Antes de que cayeran presos eran ciudadanos corrientes, creían en la gente y un poco en la justicia.    Nadie les advirtió del tremendo sufrimiento que se genera en las cárceles, del frío, del intenso calor, de la comida monótona y a veces requemada, del pan que parece goma, de lo mal que se pasa cundo les obligan a convivir con indeseables, a no recibir el trato médico acostumbrado, a soportar vejaciones, les obligan a convivir con compañeros crueles donde no pueden alejarte de ellos, no tienen intimidad, no tienen ningún lugar seguro donde poder dejar las pocas pertenencias que poseen, les obligan a tragar el humo que se concentra en las celdas, pues no todos son comprensivos y les dejan que al menos abran la única ventana que tienen las celdas. Para los no fumadores esa vida es un auténtico calvario. Por todo ello muchos internos optan por el suicidio.

  Por suerte para vosotros, aún existen personas nobles como los maestros, al menos, los de Quatre Camins, sin excepción, que os apoyan y os tratan como verdaderas personas que sois, sin distinción. Nunca podrán agradecer les su labor y paciencia lo suficiente, así como algunos funcionarios que son como la noche y el día de otros no tan comprensivos.






En la primera foto; uno de los mejores maestros de Quatre Camins que he tenido; Gildo y la foto de la derecha están dos maestros y un interno en la playa d’Aro observando una forma atípica de una rama en una de las salidas al exterior (de programada). Antonio (con gorra), su corazón no le cabe en el pecho, trata como personas fuera y dentro de la prisión y  le encantan los pistachos, daba o sigue dando clases en Quatre Camins.  Gildo con chaqueta roja daba clases de matemáticas y de naturaleza. Se fue del centro y no he sabido nada de él. Un hombre excepcional, siempre dispuesto a ayudar a la gente más necesitada de otros países. Explicaba muy bien las clases. Por cierto; si lees esto, muchas gracias por los bizcochos tan ricos que nos traías de tu madre. Nos hacías la vida penitenciaria un poquito más llevadera.
 La última de la izquierda hay 7 internos con profesoras y la de la derecha; Ramón y un interno que salió ya en libertad después de 9 años de cautiverio. Ramón explicaba las matemáticas como nadie. También daba clases de ciencias naturales. Ramón, te agradezco muchísimo todas tus enseñanzas y las salidas de programadas que gracias a tu insistencia hiciste posible.
  No puedo omitir A Dani y Joan, maestros de informática. Joan es una persona que deberían clonarlo, no tengo palabras. Ha sido una de las personas más atentas, más pacientes y buenas que jamás he conocido. Yo creo que es un ángel disfrazado de mortal. Una pasada de tío. No entiendo como sigue soltero. A ver chicas... no sabéis lo que os estáis perdiendo.
 Mi queridísima Rosa, daba clases a los principiantes de informática. A veces nos daba masajes en los hombros por las horas que pasábamos frente al ordenador, también solía traernos pastas y té ¿Qué mujer! Era como la madre de todos. Rosa, si lees esto, que sepas que te tengo siempre en mi corazón. Un beso muy gordo y muchas gracias por tratarnos como personas.
  Pero también he conocido funcionarios buenos y malos. Los malos no merecen la pena hablar de ellos, pero de los buenos: la señora María con lo bajita que es y sabe poner en su sitio a los internos más grandes, Mª Jesús; con lo mayor que es y trató muy bien a los internos. Nunca puso un parte, al menos que yo sepa. Había otro que no me acuerdo del módulo 4, una pasada de tío. Una vez se pelearon a puñetazo limpio dos marroquíes mientras comía, pues ese funcionario los separó y los dejó que siguieran comiendo. No les puso ningún parte, por lo que no se los llevaron al especial (aislamiento). Los demás, por mucho menos ya te llevan y te ponen partes disciplinarios.
   Ninguna película refleja la crueldad de dejar que se le extinga la vida a uno tan lentamente, porque una peli sólo dura una hora y poco más y en ese tiempo es imposible percibirlo. Aunque no recibas puñaladas, o torturas físicas (siempre hay excepciones) las heridas suelen cicatrizar, las secuelas en el cerebro no.    

 A todos los reclusos/as del mundo os digo ¡ánimo, echarles coraje, pues algún día seréis libres, no os dejéis derrotar por esta insensata e insensible sociedad!

 EL COSTE:
 -La cárcel de Brians II ha costado 111 millones de euros, y se pagará a 30 años con el sistema del derecho de superficie, similar al de un préstamo.

-2.075 millones de euros se han destinado (06) para construir nuevas cárceles en España.

-La cárcel de Lledoners, con 750 plazas ha costado 105 M.

-El 40 % de los reclusos de la cárcel de Ponent son extranjeros.

-Se autoriza el proyecto de la nueva prisión en Mas d’Enric, Tarragona, por 70 millones de euros. A día de hoy (12 de mayo del 2013 a pesar de estar operativa, sigue vacía? Con esa cantidad nada despreciable de dinero se podrían crear muchos puestos  de trabajo o repoblar los árboles que faltan en todas las ciudades de España.

-17.013 personas están detenidas en 20 cárceles de El Salvador, donde hay sitio sólo para 7.300 presos, un récordlamentable, según las autoridades del país (sep. 2007).
 
-La prisión de Kenitra es la mayor y la de peor fama del país (Marruecos), está a 40 Km al norte de Rabat.

-Los problemas mentales son la enfermedad más común entre la población carcelaria. El 30 % de los presos tiene problemas de salud mental graves: hasta un 70 % padece algún tipo de trastorno, el 10 % de los internos padece depresión mayor, y el 3’7 % un cuadro psicótico, según un estudio realizado sobre 22.790 personas. El 42 % de los condenados a prisión  tienen trastornos de personalidad (ver el artículo en la revista Quo Nº 130/34).


     Rubén Marco

 
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